El sector de la construcción industrial, no da más de sí
La inflación provocada por la falta de recursos
naturales, minerales, así como de energía, para la fabricación de materiales
empleados para la construcción, paraliza obras y los retrasos en la entrega de
viviendas comienza a ser una constante.
Las estadísticas hechas públicas por el Ministerio siguen
la estela de otros informes elaborados durante los últimos meses por diversos
actores del sector como el de las obras públicas desiertas, que se triplicaron
durante el primer trimestre de 2022. El encarecimiento de las materias primas
desde la pasada primavera se ha trasladado a la licitación de obra pública,
provocando un aumento de las adjudicaciones desiertas. Los últimos trimestres baten
récords de obras desiertas
El encarecimiento de la vivienda por los problemas de suministros de materiales pone en riesgo el sector de la construcción
A ello se une el hecho de que el aumento exponencial del
precio de la energía condiciona de forma importante el coste de fabricación de
algunos materiales, como el cemento, el hormigón, el acero y la cerámica. Se
trata de una combinación de factores adversos, según el sector, que se traslada
a través de toda la cadena industrial hasta llegar a las obras, lo que explica
no solo los retrasos en las entregas y las demoras en el lanzamiento de nuevas
promociones que ya se están produciendo en el sector, sino el previsible aumento
del precio de los inmuebles.
El sector español de la construcción, como otros mercados
dependientes de las materias primas y de la industria electrointensiva, se
enfrenta a la escasez de los materiales, el desbocado precio de la energía y
los insostenibles conflictos del transporte, todos ellos factores que están
tensionando la formación de los precios en un sector que sigue siendo clave
para la economía española.
Todas estas noticias y titulares, no son más que soflamas (.
Discurso vehemente, con el que se pretende exaltar los ánimos de los oyentes)
de una industria extractivista sin escrúpulos, que solo ha pensado en su propio
beneficio desde que, haya por la revolución industrial, comenzó su carrera
especulativa. Hoy reclaman subvenciones y amenazan con subidas de precios de la
vivienda. Siguen queriendo continuar con su industria a sabiendas que el
planeta no puede seguir suministrándoles materia prima y energía para continuar
con su actividad.
El encarecimiento de la vivienda por los problemas de suministros y materias primas era fácil prever.
Las advertencias que durante
mucho tiempo los científicos trasladaban en sus informes caían en cajones que
ninguna institución o medio de comunicación, estos financiados por la industria
de la construcción, comunicaban a la opinión pública. Hoy se rasgan las
vestiduras y piden subvenciones para un sector, el de la construcción, que como
modelo es insostenible y ven como el proceso se agrava, para un sector basado
en la esquilmación sin límites de recursos naturales incluido el hídrico
Contra toda esta desfachatez de declaraciones, sin ni
siquiera, entonar un “mea culpa” mínimo, dado la ingente cantidad de recursos
naturales empleados en la construcción de edificios y obras públicas y el
consiguiente derroche de residuos provocados antes, durante y lo que dejan
después de su vida útil, este modelo constructivo, la propuesta debería de ser
más humilde y reconocer el daño causado por el enriquecimiento de los poderosos
de este sector, desde la revolución industrial.
Recordemos las estadísticas, de lo que representa el
consumo de recursos y energía el sector de la construcción para el planeta; el
sector de la construcción representa el 36% del uso global de la energía, así
como el 39% de las emisiones de CO22. Además de la extracción y transformación
del 30% de las materias primas y del 15% del uso del agua a nivel global. Los
edificios son los responsables directos del consumo del 25% de la energía en
España (40% en Europa) y del 22% de las emisiones de CO2 (36% en Europa). Todo
esto mientras solo en nuestro continente existen 11 millones de viviendas vacías
(3,4 millones en España), mientras que se construyen más de un millón de nuevos
hogares al año.
El coste de haber dejado atrás los usos y costumbres
constructivos locales, el uso de los recursos naturales y la utilización de
materiales locales, en materia de construcción, que hasta la industrialización
de la misma se utilizaban para la construcción de edificios, lo comenzamos a
pagar ya hace tiempo, ya 1972 se advirtió muy seriamente de que el sector no
podía seguir infinitamente consumiendo recursos finitos
Ya no tienen suficiente alfombra como para esconder tanta
mierda como han producido y no tienen otra salida que suplicar subvenciones
para seguir procurando beneficios empresariales, para a cambio seguir
construyendo no para la sociedad, sino para la élite que pueda pagarla.
Contra esta industrialización sin presente y mucho menos
sin futuro, elcaminocoop se encuentra en fase de análisis y estudio para
proponer su manifiesto sobre la construcción, donde incluirá una serie de
medidas ya propuestas por DecreceMadrid en el documento Propuestas políticasdecrecentistas para la ciudad de Madrid que resumimos en los siguientes puntos;
Los modelos expansionistas, especulativos y gentrificadores con
los que se desarrolla la construcción industrial de viviendas, son
incompatibles con el derecho a la vivienda que recoge la Constitución española.
Estos modelos, además, son totalmente dependiente antes, durante y cuando acaba
su vida útil de energía fósil
La construcción de vivienda industrial tiene un grave problema
de eficiencia energética. Adecuar climatológicamente las construcciones
industriales de viviendas, generará un importante ahorro energético, además, de
producir una importante fuente de trabajo para el sector de la construcción
sustentable.
Las viviendas sin ocupación, solo han servido para la
especulación, facilitar que estas viviendas tengan uso debe ser prioritario
para acabar con este tipo de especulación con algo que es un derecho para los
ciudadanos.
Una comunidad amable con las personas y llena de vida. Para
ello, es imprescindible, a su vez, que integre la naturaleza dentro de las
comunidades y facilite el contacto entre las personas.
Partiendo de estas premisas básicas e incuestionables
elcaminocoop propone
1. Una auditoria pública de vivienda para conocer el número
y estado de las viviendas existentes y así poder garantizar el derecho a la
vivienda.
2. Establecer una moratoria en la construcción de nueva
vivienda libre mientras, según la auditoría, no sea necesaria y no se haya
superado el 75% del rehabilitado ARI (Áreas de Rehabilitación Integral).
3. Uso de materiales y formas de construcción sostenibles.
4. Paralización inmediata de todas las operaciones de venta
de vivienda pública para que el derecho a la vivienda no dependa de las leyes
del mercado, sino del cumplimiento de la Constitución.
5. Invalidación de los contratos de alquiler, que dejan a
los inquilinos en situación de vulnerabilidad.
6. Dedicación del suelo edificable, mediante la
intervención o mediación municipal, exclusivamente;
a. Viviendas de protección oficial (VPO) de alquiler social
para cubrir toda la demanda.
b. Sistemas comunitarios de vivienda para facilitar el
desarrollo residencial y comunitario sostenible y responsable en lo social, lo
económico y lo ambiental con servicios comunitarios (cocina, lavandería) y
saberes (talleres, guarderías) en las viviendas.
c. Cooperativas en cesión de uso.
7. Finalizar las edificaciones paralizadas, otorgándoles
alguno de los objetivos anteriormente descritos.
8. Modular el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)
considerando también el nivel de ocupación de la vivienda (con un recargo del
200% en viviendas sin empadronamiento ni uso de alquiler), el nivel de renta de
las habitantes y su uso en alquiler (con desgravaciones inversamente
proporcionales al precio de alquiler)
9. Aumentar la seguridad jurídica a quien incorpore una
vivienda al parque de alquiler de gestión pública de vivienda para fomentar e
intermediar el alquiler de vivienda vacía
10. Planes de eficiencia energética de obligado
cumplimiento mediante la mejora de los aislamientos (ventanas y fachadas),
individualizando el consumo de calefacción mediante contadores, eliminación de
las calderas de gas-oíl e instalación de placas fotovoltaicas y termosolares.
11. Planes de mejora de la accesibilidad de los edificios
mediante la instalación de ascensores y rampas en aquellos donde sea posible y
eliminación efectiva de barreras arquitectónicas en la ciudad.
12. Instaurar un alquiler máximo por metro cuadrado en los
locales y viviendas para luchar contra la gentrificación y así disminuir la
presión económica sobre las personas y PYMES y disminuir las desigualdades
económicas.
13. Fomento de huertos urbanos como punto de encuentro de
vecinos y toma de contacto con la agroecología.
14. Aumentar las zonas verdes que tengan fácil adaptación
al entorno y a los recursos disponibles.
15. Promover una estructura de comunidad energéticamente
eficiente.
16. Dar uso útil a zonas abandonadas a la especulación, en
coordinación con otras áreas.
17. Crear zonas sociales, al menos una por barrio, donde la
ciudadanía tenga su punto de encuentro tanto en verano como en invierno.
18. Estrecha colaboración con otras áreas como Movilidad y
Economía para crear un urbanismo coherente con una idea de comunidad ambiental
sostenible y socialmente justa y que entre otras cosas promueva la cercanía
entre el lugar de trabajo y la vivienda.
Estas propuestas no nacen de una idea o sueño trasnochado, por el contrario, son una adaptación casi fidedigna del documento Propuestas políticas decrecentistas para la ciudad de Madrid presentado por DecreceMadrid, un excelente trabajo en el que también se recoge el tema de la construcción y el uso de la vivienda y el que nosotros tomamos como ejemplo para trasladar como propuestas a las comunidades (pueblos y ciudades) donde podamos llegar.
Hay otra forma de enfrentarse al problema de la construcción y el entorno urbano: una arquitectura más cercana a corrientes como el decrecimiento
Una arquitectura que, desde el sentido común, aboga por la
reducción, la reutilización, la recuperación y que se pregunta si no hay una
forma más fácil de enfrentarse a estos problemas.
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